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Guía práctica para ahorrar combustible
En los últimos años habrás podido presenciar un aumento exponencial en el precio del combustible, por ende, no estar consciente de su uso excesivo e ineficiente puede significar un duro golpe para el bolsillo. Sumado a esto, estarías desaprovechando la eficiencia del vehículo que ya elegiste y generando otro golpe: uno al medio ambiente. En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y la eficiencia energética, pensar en el ahorro de combustible vehicular se convierte en algo así como una tarea esencial. Una decisión crucial en la que todos deberíamos participar. ¿Cómo poder sacar el mejor rendimiento de tu auto y minimizar el impacto ambiental?
Con esta pregunta hoy desde FullMec nos proponemos darte una ayuda a través de una guía práctica con sencillas y muy buenas recomendaciones que te permitirán ahorrar combustible, cuidar tu economía y reducir la huella de carbono. ¡Aquí vamos!
Mantenimiento preventivo
Un mantenimiento regular de tu vehículo es fundamental y primordial para garantizar el uso eficiente del combustible (también puedes leer este blog más detallado con 12 puntos clave para el mantenimiento de tu auto). Entre algunas pautas importantes está un programa de cambios de aceite según las recomendaciones del fabricante de tu vehículo. Esto hará que se eviten la fricción excesiva y el desgaste del motor.
También cambios regulares, según indicaciones de fábrica, de filtros de aire y combustible, así como el chequeo constante de las bujías desgastadas, o a las que simplemente hay que saberles hacer mantenimiento y limpieza. Mantén también la presión adecuada de los neumáticos para reducir la resistencia a la rodadura y mejorar la eficiencia de combustible.
Y ya que hablamos de mantenimiento, no olvides que con nosotros puedes agendar todo tipo de inspección. Da click aquí y sabrás cómo podemos ayudarte a través de los más de 150 puntos de inspección en territorio nacional.
Conducción eficiente
No lo dudes. La forma en que conduces definitivamente tiene un impacto significativo en el consumo de combustible. Entre los mejores consejos está el de practicar una aceleración suave; evita las aceleraciones bruscas y los frenazos fuertes.
Otro buen consejo es el de mantener una velocidad constante en la medida de lo posible. Las aceleraciones repentinas pueden llegar a suponer un esfuerzo enorme para el motor y, como consecuencia, un mayor consumo de combustible. Y esto es independiente de que hablemos de un vehículo 100% eléctrico, híbrido, o uno de combustión. Haz un buen uso del control de crucero, también. Te ayudará al control del mantenimiento de una velocidad constante, sobre todo en autopistas.
En lo posible, evita también las velocidades altas. Y aunque quizás hay quienes la usan en un intento por llamar la atención, mejor caer en cuenta que luego podría ser perjudicial desde muchas perspectivas. Conducir a altas velocidades aumenta la resistencia del aire y el consumo de combustible; además, puede llegar a ser un golpe a la eficiencia del vehículo.
¿Te ha pasado que alguien que te acompaña te deja largo tiempo esperando? ¿Quizás hay un semáforo por el que tienes que pasar y te obliga a estar detenido por un periodo prolongado? Para casos como ese lo mejor es apagar el motor y así evitar el consumo innecesario de combustible. Este consejo también viene muy bien para quienes usan vehículos de transporte y deben esperar durante largos periodos de tiempo en zonas de carga o descarga.
Planificación de rutas
Aunque suene difícil, intenta evitar el tráfico. Gracias a los avances en la tecnología hay varias y muy populares aplicaciones de navegación GPS que te ayudan a evitar atascos y congestión de tráfico. Además, te permite revisar caminos alternos o más cortos, que te harán ahorrar algunos minutos para llegar a tu destino.
La planificación de tus viajes te permitirá agrupar las labores que tengas durante el día, evitando que tengas que usar de más tu vehículo. ¿Tienes que cumplir con varios compromisos? ¿Qué tal si los juntas en un mismo día armando un itinerario? ¡Te aseguramos que este detalle provoca un verdadero cambio!
Mantén un peso razonable
El exceso de peso en tu vehículo puede aumentar significativamente el consumo de combustible. En vehículos de transporte, esto es especialmente importante y ahí está, quizás, el porqué algunos servicios de transporte quieren cobrarte de más si te ven con maletas dignas de un año sabático…
Limpiar y revisar el maletero constantemente y según cada viaje, puede ser bastante útil. Retira objetos innecesarios del maletero y del interior del vehículo para reducir el peso y llevar solo lo necesario.
Utilizar racks y portaequipajes en exceso puede ayudarte a organizar mejor, pero también aumentan la resistencia del aire y reducen la eficiencia aerodinámica, lo que significa un aumento en el consumo de combustible.
¿Llenar el maletero o poner un portaequipajes en el techo? Todo depende. Si tienes una familia con la que sales regularmente a surfear, el portaequipajes es funcional, aunque hay que tener en cuenta que puede llegar a consumir hasta litro y medio más de combustible cada 100 kilómetros, lo que es bastante significativo, sobre todo, en viajes largos.
Uso del aire acondicionado
En días no tan calientes, considera abrir las ventanas en lugar de utilizar el aire acondicionado. Si es necesario, utilízalo de manera eficiente, ¿y cómo es eso? ¡Fácil! Intenta no poner la temperatura demasiado baja. Entre más tengas que enfriar el vehículo, más energía y combustible va a necesitar. El clima ideal, de querer usarlo, es ponerlo sólo 5°C menos que la temperatura exterior. ¡No necesitas emular el polo sur en invierno! También recomendamos no ponerlo a tope apenas arranque el vehículo. Lo mejor es refrescar el vehículo con ventanas y puertas abiertas, luego, durante el camino, poner el aire a funcionar.
Seguir estos consejos, seguro, generará cambios visibles en tu bolsillo, aunque sean mínimos. No obstante, son prácticas que sin duda suman más cuando reflexionas en la forma en que contribuyes a un mundo muchísimo más sostenible. ¡Piénsalo!