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Conociendo tu motor: Las bujías

El corazón de tu motor

Generar la chispa adecuada, como todo en la vida, es fundamental, ¿o no? En una reunión social el éxito se basa en la buena chispa que se logre entre las personas asistentes. Lo mismo con una relación de pareja. En el mundo automotriz no es distinto, sobre todo si se trata de la pieza que podríamos decir, es el corazón de tu motor.

Hoy empezamos con otro especial en el que traeremos un componente que te permita conocer mejor tu vehículo. Como siempre y, de manera sencilla, explicaremos su función, su uso, cuidados y, dependiendo del componente, la diversidad que puedes encontrar en el mercado. Hoy iniciamos con una pieza aparentemente modesta. Ínfima. Pero es todo lo contrario. Desencadena toda la explosión que te permite gozar de las características del auto o vehículo que has elegido para ti, para tu familia o para tu empresa. Hablemos de las bujías.

 

¿Qué es y cuál es su función?

Como ya decíamos, las bujías desencadenan la explosión de la mezcla de aire y combustible en la cámara de combustión, lo que genera la energía necesaria para propulsar tu vehículo. Su función principal es la de encender la mezcla de aire y combustible en el cilindro en el momento adecuado.

Para generar lo anterior, la bujía debe generar ¡la chispa adecuada! Una chispa eléctrica de alta energía en su extremo. Cuando esa chispa salta entre los electrodos de la bujía, enciende la mezcla y crea una explosión controlada que impulsa el pistón hacia abajo. Este movimiento del pistón es lo que crea la potencia que impulsa las ruedas y mueve el automóvil.

Como es esencial, es importante entonces que estemos conscientes de su estado (para eso, puedes leer aquí un blog sobre 12 puntos claves para el mantenimiento de tu auto). Una bujía en buen estado te permitirá aprovechar el rendimiento de tu auto; gozar de esos beneficios que tiene el modelo que elegiste según tus necesidades y que, te recuerdo, te llevó un tiempo entre reflexiones y revisiones de presupuesto. 

Una bujía en óptimas condiciones no solo te permite el buen arranque del motor, también el buen rendimiento del mismo. La chispa adecuada, la chispa fuerte, garantiza una combustión eficiente, además de una mejor potencia y una ayudita para economizar combustible

Y como si fuera poco, una bujía en óptimas condiciones es responsable de ayudar a minimizar emisiones contaminantes. Una combustión completa y eficiente es clave para disminuir la cantidad de gases nocivos que se liberan al medio ambiente. 

 

El cuidado de las bujías

Prolongar la vida útil de tus bujías dependerá de tu responsabilidad. Eso incluye hacer una inspección regular a las mismas. Saber verlas. Reconocer cómo lucen físicamente. Si notas que están bastante sucias, que se ven desgastadas o con depósitos de carbono, a esa bujía le llegó la hora de su reemplazo.

Lo de saber verlas y reconocerlas incluye saber identificar cuando, simplemente, basta con una buena limpieza en casos de observar algunos depósitos de carbono que pueden limpiarse fácil con un cepillo adecuado, o una solución especial para limpiarlas. Esto dependerá también de cómo has visto últimamente el desempeño de tu auto. Por ejemplo, si ves constantes depósitos de carbono, o estás experimentando algunas sacudidas o falta de potencia, las bujías podrían ser la causa y es mejor cambiarlas. 

 

Cambiar las bujías

La disminución de la potencia en tu motor es clave. Si estás sintiendo que no anda igual, es el momento ideal para la duda, y pasar a la acción, es decir, la revisión de las bujías. 

Una bujía que está pidiendo cambio provoca también inestabilidad, y una sensación tirante al momento de conducir tu vehículo. Además, te empieza a costar el encendido o comienzas a notar que el consumo de combustible aumenta. Cuando las bujías están en el final de su vida útil se descalibran, provocando que su electrodo de masa comience a abrirse o ensancharse, perdiendo así la medida que permite la precisión para generar la chispa adecuada y que tu vehículo encienda.

Una bujía demasiado desgastada se ve ligeramente derretida en su electrodo central y de masa (la puntita de la bujía). Ese desgaste es muy fácil de identificar, pero lo mejor es no llegar a esa situación. No hay que esperar a que la bujía llegue al final de su vida útil.

Quedarnos varados en la carretera no es algo que quieras que te ocurra. Que tu auto pierda la capacidad de moverse podría deberse a una bujía a la que no le pusiste la atención oportuna. Aunque están hechas para una duración medianamente específica en kilometraje, no está mal adelantarse al margen de cambio. Por pura seguridad. 

Una recomendación sería pensar en cambiar las bujías de cobre cada 40.000 kilómetros (aunque su límite llegue a ser los 50.000 km). Si la que tienes es de platino, podrías asegurarte cambiándola cada 80.000 km. Y si cuentas con una de iridio, cada 100.000 km, aunque estas últimas logren una vida útil hasta los 150.000 km.

Como todo y, en caso de estar experimentando problemas con tu auto, lo ideal es saber hacerle un diagnóstico responsable y a profundidad. En Fullmec tenemos todo un equipo experto preparado para inspeccionar tu auto a nivel nacional. Si tienes algunas dudas sobre cómo está funcionando tu vehículo, agenda aquí una inspección y te liberamos de todas las dudas.

 

¿Hay bujías mejores que otras?

Las bujías dependen siempre de tu tipo de motor. Por ejemplo, si tienes un auto con motor pequeño, de uso urbano, individual, y con el que no haces largos trayectos, las bujías de cobre son perfectas. Si en cambio, tu vehículo es uno de mayor rendimiento, que tiene exigencia un poco más alta debido a su motor, las de platino o iridio serán una muy buena opción. 

Hablando específicamente de las bujías de iridio, están pensadas para vehículos de muy alto rendimiento y motores de inyección directa. Este tipo de bujías, por ejemplo, son mucho más eficientes en cuanto a consumo de combustible. Las hay también de doble platino o iridio, que son ideales para vehículos deportivos o de lujo.

Todo dependerá siempre del tipo de vehículo que tengas contigo. No hay una que sea mejor que otra per se. Una bujía con menos conductividad hace que la chispa sea más débil. Entonces, si lo que buscas es una con mayor conductividad, la mejor opción siempre será la de cobre. Pero, si lo que estás buscando es una mayor durabilidad de la bujía, y no cambiarla en un tiempo más largo, las de iridio podrían ser la mejor opción aunque su eficiencia sea menor. Si lo que buscas, por el contrario, es un auténtico equilibrio entre durabilidad y eficiencia, las de platino son también la auténtica solución. Eso sí, pueden llegar a ser un poco más costosas.

La mejor recomendación que podemos darte siempre es usar las mismas bujías que vienen de fábrica. Cambiarlas debe estar justificadas. Siempre busca recomendaciones de expertos como nosotros. Si tu vehículo anda bien con las que vienen de fábrica, y llegó el momento del cambio, reemplázalas por unas iguales a las originales. Tan simple como eso.

 

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